sábado, 8 de agosto de 2009

Pobre universidad, tan lejos de la democracia y tan cerca de la burocracia política.

La derechización de la política como consecuencia de la crisis de acumulación capitalista contemporánea tiene impacto en varios ámbitos de la vida social de nuestro país. Ya comentaba la semana pasada que la representación política emanada de las pasadas elecciones hará todo lo posible para seguir favoreciendo una salida a la crisis que beneficie a minorías selectas a costa de las mayorías. Además, el reforzamiento de la salida militar al conflicto con el narcotráfico, ha estado reduciendo las libertades civiles y políticas, aplastando las protestas de los movimientos sociales y de todo aquel que se atreva a desafiar al régimen.

Por si fuera poco lo anterior, la derechización de la política también está contribuyendo a favorecer el autoritarismo y la antidemocracia en el sistema de educación superior de México. El caso del relevo en la rectoría de la Universidad Veracruzana es una buena muestra de ello. La inmensa mayoría de los actores políticos locales ha coincidido en que el proceso de selección del rector es bastante opaco y profundamente autoritario. Por eso no hay proyecto de largo aliento ni nada que se le parezca.

Es evidente que las formas de elección del rector de la UV, y de la inmensa mayoría de las universidades públicas, no corresponden con la realidad política nacional, la cual supuestamente apunta al fortalecimiento de la democracia como principio básico de convivencia social. ¿Cómo es posible que a los estudiantes y profesores universitarios se les invite a votar en las elecciones y al mismo tiempo se les impida participar en la designación del líder de su comunidad? ¿Por qué un ciudadano puede elegir a sus representantes políticos y sin embargo se le margina de un proceso fundamental para la comunidad universitaria y para el país? ¿O usted cree que se nace siendo democrático? ¿No sería más realista pensar que la democracia puede fortalecerse gracias a su difusión y práctica cotidiana en los espacios en donde se preparan los futuros líderes de nuestra sociedad?

La consecuencia de apartar a la comunidad universitaria de la sucesión del rector es, al mismo tiempo, su causa: la burocratización de la educación superior y de la investigación. Gracias a que se coloca a los burócratas y administradores en las universidades públicas -por encima de todos los demás grupos universitarios, fundamentalmente académicos, investigadores y estudiantes- éstas se convierten en cajas de resonancia del poder en turno, evitando por cualquier medio la organización y participación de la inmensa mayoría de la comunidad en cualquier asunto que tenga que ver con su problemática.

Al final, las universidades públicas se convierten en una dependencia de gobierno, en plataformas para robustecer el futuro político de los nuevos suspirantes. La generación de conocimiento en un contexto democrático es lo último que semejantes personajes quisieran ver, pues representaría un serio obstáculo para lograr sus objetivos y los de sus amos. Pobres universidades, tan lejos de la democracia y tan cerca de la burocracia política.

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