jueves, 24 de febrero de 2011

Los modelos de desarrollo y el buen vivir

Las discusiones en el reciente Foro Social Mundial celebrado en Dakar plantearon el problema de la relación entre los modelos de desarrollo económico con el presente y futuro de la humanidad. Es evidente que el modelo extractivista, que privilegia la explotación sistemática e indiscriminada de los recursos naturales, tiene un costo social que cada vez resulta más difícil pagar al grado que el conocido físico, Stephen Hawkins, sugiere que el agotamiento del planeta es cuestión de tiempo y que el futuro de la humanidad se encuentra en el espacio exterior.

Si bien puede resultar seductora la idea de que los seres humanos ampliemos nuestras fronteras más allá de nuestro planeta no podemos evitar el imaginar las consecuencias de la destrucción de nuestra madre tierra, ya que si hoy buena parte de sus habitantes no pueden costear un viaje en avión ¿quién nos garantiza que viajar al espacio para escapar de la pesadilla de un planeta destruido será accesible a todos?

Lo cuestión de fondo radica en realidad en la posibilidad de cambiar los modelos de desarrollo imperantes para mantener un planeta sano, sacrificando la ilusión del crecimiento económico como meta única de las sociedades. Los gobiernos se desgañitan tratándonos de vender la falsa idea de que si el pastel crece nos tocará un pedazo más grande; la realidad nos ha demostrado que en las últimas tres décadas el pastel ha crecido pero su reparto se ha centralizado aún más, produciendo mayor pobreza y marginación.

Si a lo anterior se agrega que el deterioro del ambiente ha sido tan grande, al grado de que son nuestros hijos los que constantemente nos recuerdan sus consecuencias, no queda más que la obligación de imaginar una forma de garantizar la sobreviviencia de la especie, buscando alternativas a este sistema económico que nos ha colocado en el límite del proyecto humano. El dilema es claro: seguimos en caída libre o empezamos a vivir de otra manera.

Si seguimos pensando que las sociedades ricas son las que más tienen no parece haber mucha esperanza. En ese sentido hay que pensar que la riqueza de las sociedades radica en vivir bien reduciendo nuestras necesidades actuales -muchas de ellas inducidas por las transnacionales, principales agentes de la destrucción del planeta y de los que vivimos en él. Esto implica entonces la definición de soluciones ancladas en una visión diferente de los objetivos de la humanidad y del individuo.

La propuesta del buen vivir, articulada por los movimientos sociales en Bolivia y que recogió la nueva constitución boliviana, pone por encima de la acumulación de riqueza la armonía del ser humano con la naturaleza, o sea con nosotros mismos. Resulta irónico que la cultura de la pobreza, que prefiere vivir bien hoy sacrificando el mañana, sea la divisa con la cual las sociedades ricas guían los destinos de la humanidad hacia el desastre.

jueves, 17 de febrero de 2011

La herencia del gobierno de la fidelidad

La declaración del cónsul cubano en Veracruz acerca sacando a la luz la indiferencia por parte del gobierno de Fidel Herrera para la oferta hecha por el gobierno cubano para acabar con el analfabetismo en el estado no es sino la punta del iceberg de la herencia del gobierno del estado anterior. Y digo esto porque más allá de que el problema del analfabetismo sea una vergüenza para un estado pionero en la educación no es precisamente lo más destacado de los saldos del sexenio que acabó el año pasado.

Para nadie es un secreto que la deuda pública en el estado representa un problema que tendrá influencia en la vida de las y los veracruzanos por las siguientes tres décadas, cuando menos. Al igual que buena parte de la población que dedica un monto importante de sus ingresos para pagar deudas bancarias y privadas, el estado de Veracruz tendrá que reducir su gasto para hacer frente a la enorme deuda que nos heredó el gobierno de la fidelidad. No es casual que el gobierno entrante declare que el control del gasto público será estricto, que no se harán obras de relumbrón (¿que habrán querido decir? Que ésa fue la constante de la administración anterior) que no se cubrirán plazas vacantes, etcétera.

Además se han detenido a varios presidentes municipales salientes -típica maniobra publicitaria de principios de sexenio para demostrar que la administración de Duarte va en serio contra la corrupción- pero de municipios pobrísimos, evitando así dirigir las miradas a personajes como David Velasco Chedraui que, por el momento, quedará en la historia de la capital veracruzana como un presidente municipal para el olvido.

Otra cuestión que nos dejó el gobierno de la fidelidad fue el aumento de la subordinación de los organismos autónomos como el IEV, ORFIS y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos frente al poder ejecutivo estatal lo que acabó con las esperanzas de muchos ciudadanos para fortalecer los derechos civiles y políticos de los gobernados. Incluso el Congreso del Estado quedó como invitado de papel al ejercicio de gobierno, convirtiéndose en caja de resonancia del gobernador en turno. Alguien dirá, y con razón, que el Legislativo ha estado tradicionalmente subordinado al Ejecutivo y que básicamente cumple las funciones de agencia de promoción de carreras políticas y negocios privados. Sin embargo debilitar aun más el equilibrio de poderes no puede dejar de preocuparnos como ciudadanos pues nos deja a merced de los caprichos del poder.

Finalmente está la cuestión de la seguridad pública. La intervención de las fuerzas armadas continua al alza en el estado pero fue el gobierno anterior el que, poco después de la llegada de Calderón a Los Pinos, definió una política de seguridad pública concentrada en abdicar de su obligación constitucional y que hoy se ve reforzada por los guiños y apapachos que el gobernador tiene para la Armada de México.

Así las cosas una se pregunta cuáles serán las características de la presente administración en Veracruz y la verdad cuesta trabajo no pensar en una sola cosa: más de lo mismo pero en peores condiciones económicas, políticas y sociales. Dicen por ahí que por la manera en que una persona agarra el taco sabemos cuántos se va a comer. No hace falta que pasen los famosos cien días de gobierno para saber cómo serán las cosas en los próximos años. ¿Y el beneficio de la duda? Bien, gracias.

viernes, 11 de febrero de 2011

El señor de Los Vinos y la libertad de expresión

Otra vez despidieron a Carmen Aristegui, ahora de MVS, por ejercer la libertad de expresión y sobre todo por tener un alto raiting, lo que le daba un enorme impacto a los temas que día a día trataba en su programa matutino. Primero chocó con las querencias de Televisa, que se opuso terminantemente a exponer las atrocidades cometidas por Marcial Maciel y que hoy son moneda corriente. Ahora fue con otro que se cree intocable, ni más ni menos que el inquilino de Los Vinos… perdón Los Pinos, Felipe Calderón.

Para nadie es un secreto que el originario de Michoacán le tupe con ganas al trago pero que se diga en los medios de comunicación electrónicos es una osadía imperdonable. Como en los mejores tiempos del autoritarismo priísta (hoy vivimos en el autoritarismo panista, que no es lo mismo pero es igual) el dictador democrático instalado en la silla presidencial, haiga sido como haiga sido (Calderón dixit), no está de humor para aguantar semejantes críticas y la empresa consideró que, frente al próxima licitación para abrir nuevas señales televisivas, era mejor plegarse a los berrinches etílicos de nuestro señor presidente.

Habrá que señalar que la periodista egresada de la UNAM se limitó a leer una manta colgada, no por los narcos sino por un grupo de diputados federales en San Lázaro, que decía que si no dejamos a un borracho conducir nuestro auto por qué si dejamos que conduzca a un país. La Aristegui sólo la leyó pero parece ser que eso fue suficiente para irritar a Felipe(do) y poner en riesgo los planes de expansión de MVS, que ha sido sistemáticamente marginada del reparto de concesiones por parte de la COFETEL.

A pesar de ser uno de los programas más escuchados y que generaba buenas ganancias a la empresa, ésta no vaciló en deshacerse de los servicios de la periodista para quedar bien con el repartidor de dádivas. Está por verse si le funciona. Mientras tanto los que escuchábamos diariamente el programa de Carmen nos quedamos sin la valiosa información que generaba cotidianamente a través de su cobertura noticiosa, sus entrevistas y su valentía para decir lo que pocos se atreven decir en los medios electrónicos. ¿Quién será el que se atreva a contratarla nuevamente? Alguien que no aspire a tener favores oficiales para mejorar su empresa. Pero ¿habrá alguien lo suficientemente iluso o atrevido que le entre? Veremos dijo el ciego.

Por otro lado, atrás quedaron las ilusiones de que un gobierno panista hiciera efectivas las libertades civiles tan encarnizadamente defendidas por los panistas herederos de Gómez Morín a lo largo de más de cincuenta años. Alguien dirá que los gobernantes no se juzgan por su comportamiento personal sino por sus acciones políticas; pero que un individuo que no puede controlar su manera de beber sea el encargado de conducir la guerra contra el narcotráfico diciendo que daña la salud y el futuro de las y los mexicanos no puede ser sino una ironía, una terrible ironía.

viernes, 4 de febrero de 2011

Egipto y el nuevo orden internacional

Las piezas del sistema mundo siguen moviéndose, rompiendo con el orden definido en la posguerra y el papel de policía mundial de los Estados Unidos. Las manifestaciones masivas en Marruecos y Egipto demuestran que los equilibrios impuestos para favorecer la política belicista de Israel y el dominio estadounidense en la región están rotos.

Las causas son múltiples pero la intervención del ejército yanqui en los países árabes, - particularmente Irak y Afganistán- ha fortalecido a la fracción radical del mundo musulmán que ha ido ganando espacios y derrumbando gobiernos impuestos para favorecer los intereses de los grandes centros económicos internacionales.

La intervención de los Estados Unidos en Medio Oriente y norte de África no es nueva. Desde el final de la segunda guerra mundial y de acuerdo con la división del mundo surgida en Yalta, han considerado a esas regiones como su espacio de influencia. Aliados con Israel han controlado con la fuerza de las armas una región vital para controlar el flujo del petróleo.

Por un tiempo las cosas fueron muy favorables para la presencia de Estados Unidos en la región. La expansión territorial de Israel es una prueba de ello pero también el control político ejercido en Egipto e Irán. Sin embargo, fue en este último país donde las cosas empezaron a salirse de su control, en los años setenta, con la caída del sha y el surgimiento de un estado fundamentalista. A partir de ése momento la decadencia del control estadounidense no ha dejado de crecer; las guerras en Kuwait y la invasión de Irak no la han detenido sino todo lo contrario.

Las manifestaciones en Marruecos pero sobre todo en Egipto pueden leerse como el fin de una era y el surgimiento de un nuevo orden político para la región, en el cual los Estados Unidos seguirán jugando un papel importante pero no precisamente dominante. La presencia de Israel, su fiel aliado, lo mantendrá involucrado pero el costo político y económico será cada vez mayor.

Las recientes declaraciones de Obama, a pesar de su ambigüedad (estamos a favor de la democracia pero Mubarak no es un dictador), dejan entrever una enorme preocupación por una radicalización del conflicto en Egipto pues el fundamentalismo musulmán está muy involucrado en las movilizaciones y los Estados Unidos quieren evitar a toda costa el surgimiento de un estado fundamentalista en un país clave para el control del norte de África pero también del medio oriente. Mientras tanto los cientos de muertos confirman la gravedad del conflicto y en caso de que caiga el gobierno de Mubarak los Estados Unidos no las tendrán todas consigo para imponer un sustituto ni mucho menos la fuerza para invadir en caso de que el nuevo gobierno no sea de su agrado. Los más preocupados son sin duda los israelitas. Ahora si que la otrora poderosa policía del mundo quiere pero no puede y el pueblo egipcio tiene la palabra.