sábado, 18 de julio de 2009

Democracia y dictadura.

Decía Charles Boukowski que “La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes". Después de las elecciones intermedias en México la frase cobra sentido pues nadie en su sano juicio puede creer que los diputados electos van a legislar pensando en los votantes y en el interés general. Lo más probable es que piensen en el 2012 y en su futuro político.
Seguramente no veremos surgir leyes que protejan a los trabajadores, a los desempleados, a las mujeres y a los jóvenes de los estragos de la crisis económica. Tampoco veremos como modifican las lagunas legales del código electoral que hacen posible que los gobiernos de los estados lleven mano en las elecciones, por encima del gobierno federal, que también hace su luchita utilizando todos sus recursos para manipular a la ciudadanía. Mucho menos veremos leyes que acoten el uso discrecional del presupuesto, ya sea dejándo de ejercerlo para desviarlo vía fideicomisos o simplemente favoreciendo con transferencias de recursos públicos a los amigos del dueño del poder ejecutivo.
Lo más probable es que veamos como nuestros representantes se pondrán a trabajar para favorecer a los grandes intereses empresariales, nacionales y extranjeros, que viendo sus ganancias afectadas por la crisis exijan mayores apoyos e incentivos para salir adelante y volver a los buenos tiempos.
Así las cosas, estarán en el tintero de la siguiente legislatura federal tres grandes reformas: la fiscal, la energética y la laboral. Todas ellas con un solo objetivo: joder al jodido, o como dicen algunos, impulsar el desarrollo económico. La reforma fiscal girará seguramente alrededor de la idea de gravar alimentos y medicinas para cubrir el hueco en la recaudación fiscal, provocada principalmente por la evasión fiscal de los grandes y no tan grandes empresarios nacionales y la negligencia de la secretaría de Hacienda para cobrarles a las grandes corporaciones internacionales, a las cuales les exenta del pago y según ellos, atraer inversiones al país. La energética buscará acabar de una vez con lo poco que queda de PEMEX y de Comisión Federal de Electricidad, y así impulsar el desarrollo… pero de empresas como Halliburton o Shell. Pero para que quede todo bien amarrado y las ganancias vuelvan a crecer habrá que modificar la ley laboral y acabar con el viejo modelo corporativo, en donde el estado fungía como mediador entre el capital y el trabajo. Para ello se buscará flexibilizar (¡vaya eufemismo!) las relaciones laborales instituyendo el pago por horas y demás acciones que permitan explotar mejor a los trabajadores.
Así que el loco de Boukowski no andaba tan perdido. Ya votamos por ellos; ahora habrá que obedecerlos. Pero eso si, la democracia se fortalece, o al menos eso dicen los ganadores.

viernes, 17 de julio de 2009

Los estímulos para la recuperación económica en México

Nuevamente estamos en presencia de una de las muchas maneras por las cuales el estado beneficia con transferencias directas de recursos públicos a destacadas personalidades -representantes de facciones políticas y grupos empresariales- de nuestro país, Como en el pasado la legalidad republicana es pervertida con fines de lucro, con el apoyo de las propios poderes del estado y sus instituciones, las cuales parecen diseñadas para facilitar estos ‘estímulos’ selectivos con el supuesto fin de impulsar los negocios.
Es el caso de los terrenos en donde está ubicado el corredor industrial de Altamira, Tam., que alberga a varias empresas internacionales y nacionales y que fue expropiado en 1981 por el gobierno federal para iniciar un proyecto que hoy está en plena madurez. Resulta que los ejidatarios perjudicados por el decreto expropiatorio iniciaron acciones legales para recuperar sus tierras. Así fue como contrataron al bufete de abogados encabezado por Diego Fernández y Antonio Lozano Gracia y aunque usted no lo crea, ganaron, desde el 5 de noviembre del año pasado, cuando el ejecutivo federal firmó el decreto que anula la expropiación, acatando el mandato del juez.
Comenzó entonces el proceso de avalúo de los terrenos -que hoy valen mucho debido a la inversión que se ha venido localizando en la zona- y se calculó que la indemnización puede llegar a 1500 millones de pesos (www.jornada.unam.mx/2009/07/08). Todo el proceso impecable en términos judiciales, pero al final nos encontramos con la vieja receta que favorece intereses selectivamente. Los ejidatarios no van a recibir tierra, y si se duermen no van a recibir mucho dinero; la parte de león será en buena parte, otra vez, para los expertos en explotar los generosos resquicios de la ley.
El fondo de la cuestión no tiene mucho que ver con la justicia sino con la transferencia de recursos públicos a manos privadas, con la vacuna de la legalidad, que no evita que sea evidente que los vacíos legales son, más bien, estímulos a la creatividad empresarial. La anulación de la expropiación no pretende hacerle justicia a un grupo de ejidatarios despojados (vaya usted a saber cuanto les dieron en 1981 como indemnización) sino a un grupo de viejas amistades para fortalecer las alianzas políticas, hoy mas necesarias que nunca, sobre todo con los recientes resultados electorales. Y si al mismo tiempo se estimula el crecimiento y el desarrollo económico, aunque sea solo de unos cuántos, pues que mejor.
En tiempos en donde todos los países están pensando en como salir de la crisis económica, habrá que considerar a este tipo de estímulos como una aportación de la creatividad nacional para la solución de la crisis económica en el mundo. Ya a estas alturas todo sirve o podría servir ¿No?

jueves, 9 de julio de 2009

A ver si es cierto Obama

Ya dijimos antes en este espacio que Obama ancló su campaña en la idea de que los Estados Unidos seguían siendo el centro del sistema-mundo precisamente cuando están empezando a no serlo, cuando su supremacía comercial, financiera y productiva pasó a la historia. La reciente crisis económica lo demuestra claramente, pero el primer presidente negro se encargó de vender la idea contraria… con gran éxito. No cabe duda que para ser un gran vendedor hay que saber decir mentiras que alimenten las ilusiones del comprador.
Lo peor de todo fue que sus habilidades histriónicas y sus mentiras ampliaron su radio de acción a Latinoamérica, promoviendo la esperanza de una relación más equilibrada y respetuosa entre los ciudadanos, políticos y algunos intelectuales, incluso de la izquierda. Todo ese entusiasmo por la llegada de Obama a la Casa Blanca está empezando a decaer. Una muestra de ello es el reciente golpe de estado en Honduras.
La reciente subversión del orden constitucional y político hondureño demuestra que las oligarquías latinoamericanas no están dispuestas a respetar las reglas del juego cuando sus intereses están en riesgo. Y tampoco les importa dar golpes de estado -como lo hicieron a lo largo del siglo XX- para mantener sus ganancias y su dominio intactos aun cuando ello signifique echarse en contra a la opinión pública internacional y a los jefes de estado de la región.
Así las cosas, todos los habitantes al sur del Rio Bravo que se entusiasmaron con la llegada de Obama a la presidencia estadounidense, lo voltean a ver esperando que su acción impida que los golpistas hondureños se salgan con la suya. La cosa no está fácil pues es un hecho innegable que el ejército hondureño ha sido uno de los más sometidos a las fuerzas militares estadounidenses, y que en el pasado fueron utilizadas por Estados Unidos para desestabilizar la región y favorecer sus intereses económicos. Dicho de otro modo, los gorilas no están actuando solos, sino de la mano de sus amos.
Por lo que se ve, el prestigio ganado por Obama a lo largo de la campaña electoral puede evaporarse rápidamente, al menos en Latinoamérica, si el golpe de estado se mantiene. Máxime si frenar a los golpistas puede favorecer la política de Chávez o Castro en la zona, que es lo que está en el fondo de todo esto. Mas que sus afanes reeleccionistas, lo que la oligarquía hondureña no le perdona a Zelaya es su alianza táctica con los países integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Por lo tanto, lo que está en juego aquí es el fortalecimiento de las relaciones entre los países de Latinoamérica en detrimento de su dependencia de los Estados Unidos, piedra angular del poderío yanqui. No cuesta mucho trabajo saber para donde se inclinará Obama. Y si no que les pregunten a los pakistaníes, que siguen siendo bombardeados por aviones estadounidenses, como en los mejores tiempos de Bush.