viernes, 15 de mayo de 2009

Bolivia y el futuro de la democracia en Latinoamérica

La situación política en Bolivia sigue acumulando una enorme presión por la oposición oligárquica al gobierno encabezado por Evo Morales. La posibilidad de que el presidente boliviano se reelija, con la intención de profundizar en las reformas que emprendió desde el primer día, tiene muy preocupados a los terratenientes y a los intereses capitalistas del país. Lo que está en juego en este conflicto no es sólo el futuro de Bolivia sino de toda Latinoamérica.

Y es que el proyecto de Morales y de los movimientos sociales que lo llevaron al poder es un ejemplo del poder de la democracia popular, pues los triunfos electorales -por la activa participación de las mayorías- pusieron a la defensiva a las oligarquías bolivianas y las sacaron de buena parte de las instituciones republicanas. Pero además, gracias a la llegada al poder de Morales se ha podido llevara a cabo todo un proyecto económico, político y cultural inédito en Bolivia.

A diferencia de Venezuela, en donde el proyecto bolivariano fue definido desde arriba, en Bolivia ha sido construido por los movimientos sociales desde abajo, apoyando políticamente al gobierno a cambio de que sus demandas sean gestionadas. Y este detalle tiene muy preocupados al gobierno estadounidense y a toda la burguesía latinoamericana pues con la aplicación de las nuevas políticas se fortalece más la alianza indígena y popular. Tanto así que los Estados Unidos han acusado al gobierno boliviano de no combatir el narcotráfico como debieran y en consecuencia, ha decidido dejarle de comprarle sus productos de exportación. Además están conspirando con la oposición boliviana para dar un golpe de mano y cambiar por la fuerza lo que no pueden hacer por medios legales.

La importancia del gobierno de Evo Morales en la política mundial es doble; por un lado es un proceso que demuestra que la democracia puede tener sentido si las mayorías votan para defender sus intereses y no los de sus explotadores o los de las elites partidistas; pero también tiene un contenido simbólico ya que está encabezado por un indígena que no oculta su origen y gobierna pensando en los indígenas bolivianos, que conforman la mayoría del país.

Por todo lo anterior, habrá que observar con atención el devenir político en Bolivia pues en él se está poniendo a prueba la capacidad de la democracia para la resolución de conflictos y la representación de intereses. Un magnicidio o un golpe de estado dejarían en claro para los pueblos del mundo que la democracia es una farsa y que la única forma de lucha sería la guerrilla, el levantamiento armado. ¿Será esa la intención de la CIA y el Pentágono para poder intervenir militarmente en Bolivia?

No hay comentarios: