jueves, 25 de agosto de 2011

El pulpo camionero y el movimiento estudiantil en Xalapa

Las recientes manifestaciones de los estudiantes de la Universidad Veracruzana exhiben una vez más el enorme poder e impunidad de la que goza el pulpo camionero en la ciudad de Xalapa y en todo el estado. El gobierno del estado y en particular la Dirección General de Tránsito y Transporte, dirigida por Carlos Demuner Pitol, se han encargado de que las demandas estudiantiles sean ignoradas, a pesar de haberse celebrado una reunión con los representantes de la asamblea estudiantil el 17 de agosto pasado.

Y digo ignoradas pues a pesar de que el señor Demuner recibió la carta donde los estudiantes le recuerdan que “La materia de Tránsito y Transporte es de orden público, observancia general e interés social” según el acuerdo publicado en la Gaceta Oficial del estado de Veracruz el 22 de julio, y donde manifiestan además una serie de demandas, las tarifas se mantienen y la impunidad del sector para operar de manera irregular también.

En primer lugar las autoridades del ramo no consideran factible dar marcha atrás al aumento de un 25% del pasaje para los estudiantes, lo cual era de esperarse. La lógica de la ganancia está por encima de todo. Pero luego, al responder a la demanda de mejorar el funcionamiento mecánico de las unidades de transporte, las autoridades se comprometen que en próxima la revista vehicular las unidades serán evaluadas con el objetivo de que cumplan con la normatividad vigente. El prometer no empobrece...

Asimismo, ante la exigencia de los estudiantes de crear un órgano regulador para la atención al usuario del transporte las autoridades se comprometieron a mandar imprimir una calcomanía que contenga el número económico de la unidad (de otro modo sería imposible organizar las quejas), el modelo, la tarifa y un número telefónico para registrar las quejas de los usuarios. Veremos dijo el ciego.

Otra demanda -que expresa el compromiso social de los estudiantes- es que los choferes gocen de mejores condiciones laborales, a lo que las autoridades respondieron lavándose las manos argumentando que esas son cuestiones que sólo atañen a los trabajadores y los dueños de los camiones. O sea, que a pesar de gozar de una concesión pública para un servicio de interés social, el pulpo camionero goza del privilegio de decidir si los choferes están capacitados, en buen estado de salud y si reciben un salario apropiado a su responsabilidad -transportan personas, no cosas.

Por último, los estudiantes exigen un alto a las tácticas de hostigamiento contra los participantes de la Asamblea Estudiantil Xalapeña a lo que las autoridades responden que son ellos los que han estado buscando un acercamiento con los estudiantes para atender sus demandas, negando el hecho de que si los recibieron fue gracias a las manifestaciones. Mas aún, el director de Política Regional del Estado, Jorge Callejas Hernández afirmó que no existe ninguna denuncia de hechos contra algún miembro de la asamblea y que en el caso de que la hubiese, se compromete a ser el enlace entre los estudiantes y la Procuraduría General del Estado. Parece que tendrá ponerse a trabajar pues existen 16 averiguaciones previas contra estudiantes por las manifestaciones recientes.

Al viejo estilo, el pulpo camionero echa mano de sus recursos para poner entre la espada y la pared a los estudiantes, enviando el mensaje típico en estos casos: o le bajan al tono de sus manifestaciones o enfrentan procesos judiciales. Vaya manera de pasar a la ofensiva, acabar con el problema y de paso seguir haciendo lo que quieran. Cualquier usuario sabe que todas las unidades aplican el aumento y lo seguirán aplicando, a pesar de que buena parte son de modelos anteriores al 2003. Y ¿que están haciendo las autoridades al respecto? Nada de nada. ¿No será un típico caso de conflicto de intereses?

jueves, 18 de agosto de 2011

El ludismo en el siglo XXI. (Segunda parte)

En la entrega anterior subrayé las relaciones entre el ludismo en Inglaterra y las acciones de los Individuos Tendiente a lo Salvaje (ITS), que atentaron contra la vida de un investigador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus estado de México. Comentaba que coinciden en señalar a la tecnología como responsable del deterioro de la calidad de vida de la humanidad puesto que los avances de la ciencia , en esta caso de la nanotecnología, amenazan con aumentar el sometimiento de la mayor parte de la especie humana a los dictados de los poderosos.

Habría que agregar que ambos grupos, los obreros ingleses y los ITS, utilizan la ideología anarquista para articular sus acciones aunque los luditas destruían telares en tanto que los ITS atentan contra la vida de los científicos. Resulta evidente que ambos procuran sacudir la conciencia social para obligar a la ciudadanía a actuar para detener la deshumanización rampante, producto de la tecnología, aunque la radicalización es innegable.

A pesar de lo anterior, los ITS no se alejan mucho de la ilusión de los luditas que se podría resumir en la conocida frase: muerto el perro se acabó la rabia. Para los dueños de las fábricas de ropa en la Inglaterra del siglo XIX la destrucción de telares no representaba el fin de su negocio ni mucho menos mientras. Lo mismo se puede decir del atentado contra el investigador el Tec de Monterrey pues aun en el terrible caso de que hubiese muerto, el hecho pasa por alto que el desarrollo tecnológico y la deshumanización que enfrentamos no se va a acabar por el simple hecho de desaparecer físicamente a los científicos.

Y es que estos últimos reciben enormes recursos de las grandes compañías internacionales, enfocadas a invertir en desarrollo tecnológico para aumentar sus ganancias. Son ellas las verdaderas propulsoras de la nanotecnología mientras que los científicos viven de los recursos que ésas empresas les proporcionan. Los científicos no se mandan solos; al contrario sólo se dedican a desarrollar tecnologías previamente aprobadas por los dueños del dinero. Así que al igual que los dueños de las fábricas de ropa que sólo tenían que sustituir los telares destruidos con otros nuevos, las corporaciones internacionales que están invirtiendo en el desarrollo tecnológico no tendrían muchos problemas para encontrar otro científico dispuesto a seguir trabajando para ellos.

Esta es en mi opinión lo que hace posible relacionar a los luditas británicos con los ITS: su visión limitada, su ignorancia del problema en el contexto mundial, a pesar de sus buenas intenciones. Ahora bien, esto no quiere decir que estén completamente equivocados en el reconocimiento del impacto de la tecnología en la vida cotidiana de millones de personas. A su manera ponen el dedo en la llaga al reconocer que el desarrollo tecnológico no es la panacea para la creación de un mundo mejor.

Para nadie es un secreto que la intención de las inversiones dedicadas para desarrollar de la tecnología es simplemente la de ganar dinero, objetivo que casi siempre va en contra de la dignidad humana y de la realización de una sociedad más justa. Tal vez habría que criticar las acciones que atentan contra la vida de otros, en este caso del ITS en contra del investigador, porque si de lo que se trata es de defender la vida humana resulta claramente contradictorio utilizar el asesinato como acción ejemplar para defenderla

En todo caso, la desesperación parece ser el caldo de cultivo sobre el que los ITS definen sus formas de acción. En un mundo en el que los seres humanos perdemos cada vez más el control sobre nuestra existencia -al mismo tiempo que otros, los menos, tiene cada vez más poder- está provocando acciones desesperadas que en lugar de contribuir a cambiar las tendencias simplemente abonan a la espiral de violencia que cancela de golpe la posibilidad de vivir con dignidad. Y ¿no es ésa acaso la aspiración central de los luditas de ayer y de hoy?

jueves, 11 de agosto de 2011

El ludismo en el siglo XXI. (Primera parte)

A finales del siglo XVIII aparece en la historia inglesa Ned Ludd destruyó varios telares en un arranque de furia provocado probablemente por su impotencia para competir con la capacidad productiva del telar mecánico. El hecho adquirió un carácter simbólico para los obreros ingleses a principios del siglo XIX, el cual utilizaron para construir al movimiento ludita, que se opuso a la utilización de máquinas en la producción por ser la causa más visible del creciente desempleo y la baja de salarios.

El ludismo representó sin duda la desesperación de los trabajadores ingleses, en los inicios de la llamada revolución industrial, para elevar sus niveles de vida, responsabilizando a la tecnología de su precaria situación. La guerra contra la máquina fue la fuente de la lucha obrera, que si bien duró poco -fue reprimido severamente por la corona- logró articular al movimiento obrero para la construcción de una ideología propia.

Si alguien pensó entonces que en el futuro la tecnología no enfrentaría ninguna oposición se equivocó rotundamente. Para el caso mexicano, la bomba que explotó recientemente en el Tecnológico de Monterrey del estado de México y la encontrada en la entrada del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) me parecen inspiradas claramente por el ludismo aunque en pleno siglo XXI.

El grupo Individuos Tendiente a lo Salvaje (ITS) se adjudicó el atentado y publicó un documento donde justifica sus acciones. No es mi intención analizarlo a profundidad en este espacio sino encontrar similitudes y diferencias con los ludistas ingleses, lo que nos podría acercar a una comprensión del fenómeno en lugar de satanizarlo o descalificarlo.

Lo primero que salta a la vista es el título del comunicado: Reivindicación y Análisis contra la tecnología y la Sociedad tecnoindustrial… Esto relaciona directamente al ITS con el ludismo pues identifica a la tecnología como la causa fundamental de los males contemporáneos. En particular, el comunicado dirige sus baterías hacia la nanotecnología, campo de la ciencia que ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años y que se perfila como un salto cualitativo en la comprensión del universo. La nanotecnología se desempeña en el campo de las ciencias aplicadas y tiene como finalidad la de manipular la materia de los átomos y las moléculas, creando materiales y aparatos nunca vistos por la naturaleza. Las posibilidades son prácticamente infinitas, convirtiendo al ser humano en un dios, un creador que manipula los elementos básicos para la creación de cualquier cosa. En este sentido el comunicado afirma que la finalidad de la nanotecnología es producir “…necesidades sustitutorias” que son “…todos esos actos o tareas que tienen como objetivo alcanzar una finalidad artificial y no una finalidad real.” Las consecuencias de semejante dinámica no es otra, según los ITS, “La total Dominación (sic) de todo lo potencialmente libre”

Guardadas las distancias, la crítica a la tecnología como esclavizadora y no precisamente liberadora de la humanidad -como reza el canon de la modernidad- es, como se mencionó antes, el lazo vinculante entre ambos grupos. Las diferencias radican sobre todo por el contexto en que se desarrollan pero también en la concepción de la naturaleza. Para los luditas la naturaleza, como para buena parte de la humanidad del siglo XIX, estaba claramente separada de la sociedad. Para los ITS parece más bien que se oponen. El final del comunicado concluye con la siguiente frase: “La Naturaleza es el bien, la Civilización es el mal…” (http://liberaciontotal.lahaine.org/?p=3581)